jueves, 4 de abril de 2013

I.

El alcohol que corre por mis venas me embota los sentidos, pero no me impide apreciar los estremecimientos de la chica que tengo encajada entre la columna y mi cuerpo. Reconozco la canción que está sonando y permito que los graves se apoderen de mí mientras bajo contoneándome hasta que mi boca está a la altura de su ombligo. Le miro desafiante mientras me muerdo el labio y vuelvo a subir, lentamente.

Me acerco hacia su boca sin dejar de mirarle a los ojos y desvío la trayectoria de mi lengua en el último instante; el lóbulo de su oreja me parece mejor compañero de baile. Percibo cómo se contrae involuntariamente y me arrimo tanto a ella que puedo notar el desenfrenado latir de su corazón.

Enreda la mano que no tengo cogida en mi cabello y prácticamente me obliga a besarle. Joder, lo que me faltaba; no le bastaba con vestir bien y saber bailar sensualmente sin llegar a parecer una zorra, tiene que tener un maldito piercing en la lengua. Me separo lo justo para poder apreciar el deseo que refleja su boca entreabierta y le lamo el labio superior mientras vuelvo a cerrar los ojos.

Percibo la mirada de la gente en la nuca y me acelero más.

De repente, sin previo aviso, me planta la mano en el pecho y me separa bruscamente de su cuerpo. ¿Qué cable se le ha cruzado en la cabeza? Siempre se me ha dado bien entender el lenguaje corporal. Bueno, entiéndase por "siempre" desde que me dio por interesarme por el tema. Y, entonces, lo veo por cómo evita mi mirada: remordimientos.

— Tienes novia —, afirmo sin disimular el fastidio en mi voz.

En ese preciso instante, se nos acerca un chaval de no más de veinte años y le coloca la mano en el hombro a... Ni siquiera sé su nombre. No me lo pienso dos veces; le aparto con un pequeño empujón y me encaro con él a pesar de ser media cabeza más baja. Por lo general no soy así de sutil, pero necesito soltar adrenalina como sea. No creo que me devuelva la hostia, de todos modos. Eso espero, al menos.

— Eh, piérdete. Pregúntale a tus padres si quieren hacerse el trío y no nos toques los ovarios a nosotras —. Muy bien, complica un poco más las cosas. Tú di que sí, gilipollas.

Por cómo alza la ceja y por la expresión jocosa de su rostro, sé que me he colado. Las patillas que lleva suelen quedar realmente mal, pero a él le sientan de maravilla. La camiseta ajustada de G-Star le marca todos y cada uno de sus músculos. Por primera vez en bastante tiempo, deseo que un tío buenorro sea gay.

— ¿Todo bien, Tesa? — Se dirige a mi amiga.

Cómo me jode que pasen de mi cara de esa manera. Aunque, mirando el lado bueno, pocas posibilidades hubiera tenido si me enfrentara abiertamente al musculitos. Espera, ¿ha dicho Tesa? ¿Se conocen? Vaya, colarme es poco.

— Sí, Mike. No te preocupes —. Parece exasperada.
— Si tú lo dices... Haz rapidito lo que tengas que hacer porque nos vamos ya. Está Hugo esperando con el coche fuera.

Y, dicho ésto, desaparece en un abrir y cerrar de ojos sin dignarse a dirigirme ni siquiera una mirada de asco. Me ha caído bien.

— Verás...— Vuelvo a la realidad.
— Deu, llámame Deu.
— Deu, perdona. Yo... — Dirige la mirada a mis Vans y empieza a jugar con los cordones de la capucha de mi sudadera. Le agarro las manos para que pare y seguidamente se las suelto. Alza la mirada.
— No es molestia alguna, vete si te tienes que ir —. Joder, me gusta.
— Podría quedarme si quisiera, vivo a un par de manzanas de aquí.
— Casi me atraviesas el pecho.

Y me arrepiento nada más decirlo, pero se ríe y su risa me deja fascinada. Hoyuelos. Aún en la penumbra que nos envuelve, puedo distinguir el brillo en sus pupilas dilatadas. Tiene los ojos verdes. ¿Estaré soñando?

— Perdona, no quería ser brusca, pero estaba empezando a perder el control y no puedo permitírmelo —. Ya es la segunda vez que me pide perdón. ¿Será consciente de que lo ha hecho? — Verás, no tengo novia.

Algo no me cuadra, espero que no sea porque le haya visitado Inés hace poco. Me preparo para escuchar su excusa barata, pero no puedo evitar desencajar la mandíbula cuando continúa hablando.

— Lo que tengo es novio.

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